Conflictos

Como sucede en todos los ámbitos de la vida humana, en el mundo del arte a veces surgen conflictos. En el caso de proyectos que giran en torno a obras de arte, esta probabilidad aumenta exponencialmente cuando los participantes no han hecho un contrato o, habiéndolo hecho, éste no es suficientemente claro o haya dejado lagunas. También surgen conflictos en los casos en que, habiendo contrato, éste fue incumplido.

O en otros casos en los que no ha habido siquiera contacto entre los involucrados ni mucho menos la intención de estos de realizar un proyecto juntos, como por ejemplo, en los casos de falsificaciones de obras o de certificados de autenticidad; o las utilizaciones de obras o ejecuciones artísticas realizadas sin el permiso de sus autores o titulares de derechos.

Frente a un conflicto por violación de derechos, por rompimiento de contratos o por cualquier otro hecho que cree tensión entre partes, mi objetivo es siempre lograr una solución extra judicial. Negociar, tratar de conciliar, buscar salidas que satisfagan las pretensiones de las partes involucradas es siempre la mejor estrategia, la que desgasta menos, en todos los sentidos, e incluso, la que puede dar lugar a iniciativas y alianzas positivas. Los juicios, en cualquier parte del mundo, son costosos y largos. Sólo cuando la negociación, la conciliación y otros mecanismos de resolución de controversias han sido agotados sin llegar a una solución del conflicto, entonces se evalúa la opción de interponer demandas.


Elías Crespin. Tetralineados Fuchsia-Rouge-Orange, 2022.

Es preferible negociar un acuerdo antes de proceder judicialmente.